Capitulo 2
El Extraño Mundo de Jack
Todo era oscuridad y mas oscuridad, flotando entre
un mar de sombras, sin forma ni tiempo alguno, solo flotando en la negrura del inconciente, voces sin sentido, extrañas y
desconocidas para ella sonaban cada vez mas fuerte.
Con gran fuerza sus parpados pudo abrir, la luz del
medio día la golpeaba, pero algo era diferente, el sol no brillaba como era, el cielo no era el mismo, no era azul sino naranja
claro, sombras borrosas la rodeaban y hablaban entre si, alegres y con gran emoción –Bien, vamos déjenla respirar que
de seguro con todo lo que paso esta mas que cansada— era la voz de una mujer la que se escucho más claro que las demás,
las sombras se alejaron dándole paso a otra la cual la levanto despacio –¿Estas bien pequeña?— pregunto preocupada
la silueta de una mujer de cabello largo y marrón.
Abrió su boca pero no pudo hablar, trato varias veces
hasta que lo logro pero su voz sonaba ronca –Si creo que si ¿Donde estoy?— pregunto Sakura –Pues estas en
Halloween Town— respondió alguien, por fin pudo ver mejor, por un momento deseo no ver nada, la mujer era la misma que
vio sentada en una de las ramas de ese monstruoso árbol, todo y cada una de los horribles seres estaban allí rodeándola, los
vampiros usaban sombrillas para cubrirse del sol, el Hombre Lobo olfateaba sus pies y la mujer la mira con preocupación.
Por instinto retrocedió lo más rápido que podía,
pero estaba en el suelo y las pocas fuerzas que le quedaban apenas lograba alejarse de ellos hasta chocar contra algo, inclino
su cabeza para atrás, una figura alta, flaca que usaba un traje de gala negro con rayas blancas, un cuello que parecía como
alas de murciélago, las cuencas vacías de un cráneo humano la miraban con curiosidad, las lagrimas volvían a salir de sus
ojos, el esqueleto le dio una sonrisa y puso su huesuda mano frente a ella, solo pudo perder el conocimiento una vez mas.
Una fría y extraña lengua acariciaba
su mejilla, abrió una vez mas sus ojos para encontrarse con un perrito blanco, o eso pensó pero al verlo bien noto que era
un fantasma, el fantasma de un perro, trato de gritar pero una voz la distrajo –No te preocupes, Zero no te hará daño,
es el perro mas cariñoso de todo Halloween Town— busco el origen de la voz, sonaba agradable y divertida aunque algo
terrorífica, en una esquina de la habitación donde ella se encontraba esta el esqueleto –Déjame presentarme, soy Jack
Skeleton, El Rey Calabaza— dijo con una inclinación, estaba confundida y aterrada pero una pregunta se le escapo
de los labios –Pero… no eres una calabaza sino un esqueleto— dijo, una pequeña sonrisa apareció en la cara
de Jack –Es simple, es solo un titulo, lo tengo por ser la persona que más asusta cuando llega el Halloween— explico
Jack, Zero olfateaba a Sakura y daba pequeños ladridos de felicidad –Le caíste muy bien— dijo Jack, aun no le
agradaba nada el perro pero levanto su palma y con la punta de sus dedos lo toco, el perro ladro divertido al toque, de sus
labios salio una pequeña sonrisa y toco con un poco mas de confianza al perro fantasmal.
Jack sonrió, acerco una silla y se sentó cerca de Sakura pero guardo la distancia, sabía que ella era muy asustadiza
y apenas logro que se tranquilizara con Zero –Te debo una disculpa por la forma en que te trajimos pero jaja es Halloween,
algunas veces no puedo contenerme en asustar a las personas— dijo Jack, Sakura recordó la forma en que llego a este
sitio y un escalofrío recorrió su cuerpo –No fue nada agradable— dijo abrazando sus pierna y enterrando su cabeza
en ellas, la cara de Jack expresaba tristeza, lo que pensó que lo seria talvez no tan difícil resultaba complicarse más –Por
eso pido perdón, no pensé bien lo que hice— tomo una de las manos de Sakura la cual ella aparto rápido, aun le asustaba
todo –Seguro tienes hambre, Sally te preparara algo de comer— se levanto demostrando lo alto que era –Yo
debo hablar con el Alcalde, regresare más tarde— al terminar de decir eso salio de la habitación, Sakura al verse sola
miro el lugar donde estaba, era extraño, todo circular, se encontraba sentada en una cama, era grande con sabanas negras,
las ventanas eran redondas y la luz de aquel sitio bañaba toda la habitación, el pequeño perro flotaba por allí.
Había dos puertas, una por donde salio Jack y otra que no quiso abrir, después de unos minutos, por donde salió
Jack apareció la misma mujer que ya había visto –Hola pensé que seguirías durmiendo pero veo que no— dijo con
una sonrisa, Sakura no contesto, solo se quedo viéndola –Mi nombre es Sally ¿Cómo te llamas pequeña?— pregunto
con una sonrisa –Sakura, Sakura Kinomoto— respondió sin dejar de mirarla –Jamás había escuchado un nombre
así pero suena muy bonito, lamento lo que hizo Jack, le dije que no era buena idea pero no puede evitarlo, el es así—
dijo Sally depositando una bandeja de comida frente a los pies de Sakura, ella miro el contenido, en vez de ver gusanos y
cosas repugnantes como ella imaginaba que comerían esas horribles seres vio un plato lleno de arroz blanco, huevo y pan tostado
–Me esforcé para prepararla, es la primera vez que preparo comida para personas, no te preocupes no esta envenenada—
Sakura miro por unos segundos a Sally y confió en ella, tomo la cuchara y tomo un poco del arroz, con miedo lo trajo a sus
labios y lo introdujo en su boca, después de masticarlo y tragárselo empezó a comer todo, estaba delicioso, seguro era el
hambre que tenía.
Después de terminar todo Sally le paso una servilleta y le quito la bandeja poniéndolo en una mesita de noche
que ella no noto antes, el silencio reino en ese momento, ninguna de las dos hablaba, solo el lento pasar de Zero y sus pequeños
ladridos eran lo que destrozaba lo que seguro sería un incomodo silencio, aunque lo era ahora no era tanto.
Al ver que guardaba silencio, pensó que era lo mejor ella iniciar la conversación, pero antes de poder abrir
su boca una pregunta la callo –Y… ¿Por qué me trajo?— pregunto Sakura, Sally puso sus manos en sus rodillas
y miro directamente a los ojos esmeralda –Como sabes de seguro, Jack es el Rey Calabaza, el Rey del Halloween, el ama
este día y disfruta como el mundo mortal lo disfruta con el, pero al verte se extraño, año tras año siempre odiaste el Halloween
y este año tomo la decisión de ayudarte— dijo Sally –¿Ayudarme? ¿Ayudarme en qué?— pregunto Sakura –A
que disfrutes el Halloween— dijo una nueva voz en la habitación.
Los ojos de Sakura se abrieron y retrocedió un poco al ver lo que ingreso a la habitación, era un hombre o lo
que trataba de aparentar uno, un sujeto de bata blanca, guantes y anteojos negros, tenía una cabeza gigante y la boca alargada
como la de un pato, estaba en una silla de ruedas, lo que indicaba que era paralítico o talvez por lo bajo de estatura y delgadez
podía indicar que no poseía nada de fuerza para mover sus piernas, pensaba que esa era la posibilidad más acertada ya que
en este extraño mundo seguro ninguna criatura le importaría estar paralítica y de algún modo se desplazaría pero no en una
silla de ruedas.
Sally al verlo se levanto y fue directo contra el –¿No debería estar en la reunión
del pueblo?— pregunto enojada –Si pero como aun no se reúnen todos decidí ver primero a la niña humana—
dijo viendo directamente a Sakura, La Card Master
no le gusto para nada en como lo dijo ni la mirada de aquel extraño sujeto y parecía que a Zero tampoco ya que se acostó en
el regazo de ella y gruñía al verlo –Dr. Finkelstein, le pediré amablemente que salga de
esta casa— dijo Sally, el tal Doctor vio con enojo a la muñeca de trapo y luego a Sakura para salir de la habitación
–Siento que lo hayas conocido, es uno de los pocos de Halloween town que realmente no caen bien o para mi— dijo
Sally sentándose de nuevo.
Sakura miro por unos segundos más a la que talvez sería su primera
amiga en este terrorífico lugar y claro Zero también el cual estaba recostado disfrutando de las caricias que ella le daba.
***
La noche caía alejando al extraño sol y trayendo consigo una gigantesca Luna plateada, el aullido de un perro
resonó por todas partes, no seguro fue el de ese hombre lobo, dudaba mucho que existieran mas perros como Zero, bueno no como
Zero sino perros normales o los más normales de allí, cerro sus ojos y no quiso pensar en que seria normal.
Las horas pasaban más lento, Jack no había vuelto de esa reunión que le dijo Sally, ella no sabía que era pero
tenía una idea de que podría tratar, seguro era de ella pero no quería pensar de que hablaban de ella, por todas esas horas
sin saber nada la atormentaba haciéndole pensar las mil y un cosas como de que modo se la comerían.
Sally trataba de distraerla, primero desde todas las ventanas le mostraba la ciudad, claro fue una buena idea
al principio pero luego no ya que se podía ver el espantoso bosque, las tumbas y el campo de calabazas, luego fueron a la
biblioteca de Jack, al principio todo parecía ir bien pero luego todo empeoro, habían libros de magia pero de magia oscura,
rituales espantosos cosa que Sakura afecto en dos partes, una por la explicito de los conjuros y otra, al saber que no tenía
a sus Cards con ella.
Al no saber que más hacer hizo lo único que le quedaba, usar su maquina de tejer, por lo menos estuvieron unas
dos horas tejiendo y bordando, claro Sakura ayudaba muy poco ya que ella no sabía mucho de eso, pero ya no quiso seguir cuando
vio lo que paso, por accidente uno de los hilos del brazo derecho de Sally se enredo en la maquina y se lo quito haciendo
que este cayera al suelo, trato de gritar pero las ganas de vomitas fueron grandes al ver como el brazo se movía por si solo.
Estuvo media hora en el baño vomitando, cuando por fin ya su estomago se calmo y de limpiar todo se puso a llorar,
estaba aterrada, cansada y sola, quería despertar y estar en su cama, esperando a su hermano, a kero o a quien sea pero ya
no quería estar más aquí.
Cuando por fin dejo de llorar, salió del baño, Zero estaba allí esperándola, estaba preocupado, podía verse
en sus fantasmales ojos, se agacho un poco y lo acarició tratando de decirle que estaba bien.
A la media noche cuando el reloj de Jack empezó a sonar, el ruido del portón al abrirse se escucho, al igual
que las pisadas que ascendían por los escalones, Zero floto con gran velocidad hasta la puerta, lo siguió, oculta en un pasillo
lo vio, allí estaba el Rey Calabaza, su cara mostraba cansancio y fatiga pero sin dejar de mostrar una pequeña sonrisa al
ver a su pequeño amigo, se asusto al sentir una mano en su hombro izquierdo y giro con rapidez pero se calmo al ver a Sally
sonriéndole, ella salio del pasillo para abrazar a Jack, armándose de valor la siguió, Jack al ver a su invitada dejo de abrazar
a Sally, se acerco a ella y se agacho para estar al nivel de Sakura –Te tengo buenas noticias y también malas, la buena
es que la gente de pueblo no te molestara mientras te quedes aquí, la mala es no se quien va a respetar eso— dijo con
algo de tristeza, pero ella no quería oír eso, ella quería ir a casa –¿Y cuando
volveré a mi casa?— pregunto –Eso dependerá de ti, a cuando superes el miedo al Halloween— dijo Jack.
No podía cerrar sus ojos, bueno quien en su misma situación podría dormir ahora, en un mundo donde siempre reinaba
el Halloween, con criaturas que todo el mundo pensaba que solo existían en los libros de terror o en la mente de la gente,
suspiro por quinta vez esa noche, en esa cama, Zero dormía con ella esa noche y no en su lugar a habitual que era al lado
de su amo, seguía mirando el techo y el tenebroso candelabro de araña, se puso de lado mirando a la ventana, algunos murciélagos
volaban, de seguro eran los vampiros buscando un platillo nocturno, suspiro de nuevo, extrañaba a Shaoran, talvez si el estuviera
con ella sería un poco mas fácil y no sentiría tanto miedo.
Dio un pequeño bostezo, parecía que Morfeo la encontró después de buscarla, cerro sus ojos lentamente esperando
que todo fuera una horrible pesadilla, esperando ver a Kero sobre una montaña de dulces devorándolos como si no existiera
un mañana, a Tomoyo y su típica cámara, a Eriol y su sonrisa amigable, a Shaoran, su Shaoran…
Sus parpados finalmente cayeron, respiraba con tranquilidad como si olvidara en donde estaba realmente, mientras
en las afuera del pueblo, mas allá del cementerio y del campo de calabazas, varios escarabajos, gusanos y varios insectos
se movían con rapidez asombrosa en el bosque, allí uno en especial miraba a Halloween town con interés en especial una casa,
pronto tomaría su venganza y quien sabe, disfrutar el sabor de esa humana.
capítulo 3