Aino-san Fanfiction

Hacerte sentir mi amor


“Era una soleada tarde de verano cuando le conocí, nos encontrábamos entrenando duramente, al verlo llegar al santuario inmediatamente llamó mi atención por completo, tanto, que con quien estaba entrenando me dio una tremenda paliza por estar distraído, la verdad ni la vi venir… solo podía verlo, ese porte… era único, era hermoso, el ya había iniciado su entrenamiento en Siberia con su maestro quien había muerto poco tiempo antes, por ello él debía ocupar su lugar en el templo de acuario… yo apenas había ocupado el templo de Escorpio como un par de meses antes pero nunca había tomado tan enserio al santuario como al verlo llegar y sabe que sería mi compañero de armas… Mu, quien no suele ser muy violento me dio una paliza ese día y no fue la ultima, aun puedo recordar el primer día que Camus bajó a entrenar… lo recuerdo bien…”



-vamos Milo ¡¡reacciona!!- dijo Mu desesperado por la distracción y pasividad del escorpión
- ¡ya, ya! ¡¡AGUJA ESCARLATA!!- reaccionó Milo por fin.
- ¿eso es todo Milo?-
- jeje, es que…-
- ya me di cuenta… pero parece que nadie quiso entrenar con el ¿verdad?- Mu por fin había notado el motivo de la distracción del escorpión
- eso parece…-
- mmmhh… dicen que es muy poco accesible-
- es un caballero de hielo Mu- respondió Milo con tono de obviedad.
- tienes razón en eso pero, el tendrá que convivir con nosotros, no tiene otra opción
- eso también… ¿por qué no somos amables con el?-
- bueno…- Camus entrenaba solo cerca del lago cuando Milo y Mu llegaron con el para saludarle y darle la bienvenida…
- ¡hola! Bienvenido al santuario-
- ¿eh? Ah… hola y gracias-
- mmmmh… mi nombre es Mu de Aries y el es Milo de Escorpión-
- tanto gusto, yo soy Camus-
- y… ¿de donde eres tu Camus?-
- de Francia-
- vaya yo soy de aquí, de Grecia, cuando gustes puedo mostrarte parte de Atenas-
- no gracias-
- mmmhhh… yo soy del Tibet…-
- mmmh ¿Tibet? Vaya, tu eres el discípulo del patriarca ¿no es así?-
- si-
- ahhh, pues gusto conocerlos-
- gracias igualmente.- Camus notó la amabilidad en ambos caballeros, aquellos con los que tendría que convivir, sabía que no debía hacerse la vida difícil por lo que decidió ser un poco más cortés con ellos…
- y… ¿no estaban entrenando?-
- ah si! Pero vimos que entrenabas solo y decidimos ofrecernos a ayudarte a entrenar
- gracias Milo
- no hay de que ¿verdad Mu?
- eso… ¿acaso han sido groseros los demás contigo?
- no, no han tenido la oportunidad
- ¿eh?
- mi maestro era algo huraño de por sí, tienen la creencia que como fui entrenado por el, soy igual y pues quizá no están tan errados, soy bastante solitario
- ahhhh, pues siempre que necesites algo ¡yo te ayudaré! ¡Sin importar lo que sea!
- gracias Milo…- Mu veía confundido a su buen amigo Milo, no podía creer lo que veía “Milo no sabía como actuar frente al frío caballero, si, el amante perfecto no sabía qué hacer”, al notar que Milo comenzaba a ser obvio decidió ayudar a Milo a pensar las cosas…
- ehhh Milo porque no vamos a tu templo a que limpies esas heridas que te hice
- ¿eh? Si, claro-
- te veremos después Camus, te invitamos a cenar al templo de Escorpio en la noche-
- claro… los veo más tarde entonces…- Mu y Milo se retiraron a Escorpio mientras Camus pensaba sobre lo ocurrido…- acaso Mu y Milo? Mmhhh… quien sabe En fin- después de entrenar Camus se retiró a acuario a ducharse, siendo esperado por otro de sus compañeros en su templo…
- ¿que haces aquí? Y ¿quien eres tu?-
- ¡vaya que modales! Vine a darte la bienvenida y soy Douko, caballero dorado de Libra-
- ahhh es usted el caballero de libra, uno de los más antiguos tengo entendido ¿no es asi?-
- ¡exacto muchacho!, bienvenido al santuario de Athena, por cierto debo decirte… los dueños de algunos templos deben seguir solo las ordenes del patriarca y mías
- ¿mmmh? ¿Quienes son?-
- Aries, discipulo de Shion, Afrodita de Piscis, y tu mi estimado muchacho así que por eso vine-
- ¿qué clase de órdenes?- preguntó con tono de molestia
- de todo tipo… misiones fuera del santuario o dentro del mismo ¿verdad?
- claro, y supongo que tiene una misión para mí ahora ¿no?-
- ¿cómo lo sabes?- Douko comenzaba a acercarse peligrosamente al frío joven quien no mostraba todo el nerviosismo y temor que sentía en su interior, no sabía como deshacerse de ese sujeto, no quería tener problemas en los primeros días allí, sin embargo pensó tanto las cosas que no pudo evitar que Douko jugueteara con su cuerpo a su antojo, al terminar de jugar Douko se levantó del sillón y besó la frente de aquel muchacho – ha sido muy bueno niño… vendré a verte después- esas palabras resonaban en la cabeza de Camus una y otra vez, se sentía sucio, usado, no quería problemas pero tampoco quería ser juguete de nadie, no sabía que hacer, se sentía solo, creía que el mundo se derrumbaría justo sobre él, estaba acostumbrado a la soledad en Siberia y de la noche a la mañana tenía que convivir con otros 12 hombres más, entre los que eran obvias relaciones no solo sentimentales que no eran problema sino relaciones meramente lúdicas y el seguro no quería ser participe de eso, se levantó dispuesto a ducharse y quitar de su cuerpo cualquier indicio de lo que había sucedido momentos atrás, sentía el agua caer sobre su cuerpo, estaba dolido tanto que comenzó a llorar a solas en la regadera… ya pasado un buen rato comenzó a arreglarse, ni siquiera sabía la hora, solo recordaba que tenía que bajar a cenar a Escorpio, lo que no sabía era que ya era algo tarde y estaba siendo esperado por Milo
- ¿estas bien?-
- ¿eh? Si, perdón se me hizo tarde-
- no hay problema… ¿seguro que todo está bien?-
- si, solo me quede dormido y después me duché pero me gusta tanto que me tarde demasiado-
- vaya…- Camus al voltear notó la presencia de Douko en su templo, no quería estar alli otra vez… no quería ser su juguete, Milo notó el nerviosismo en Camus- por qué no vamos a cenar entonces?-
- ¿eh? Si, si, vamos- ambos caballeros se encaminaron a Escorpio para cenar, durante esa cena Milo notaba la extraña conducta de Camus, sí era frío pero no era nervioso ni tan distante… Milo comenzaba a preocuparse… no sabía como pero tenía que averiguar qué tenía a su bello Camus así y hacer lo que fuera necesario para verlo sonreir aunque fuera una vez…
- ¿Camus?-
- ¿si?-
- ¿sabes que cuentas conmigo para lo que sea verdad? ¿Sabes que haría lo que fuera con tal de ayudarte?-
- gracias… pero ¿porque?-
- jeje… te va a sonar estúpido pero… me enamoré de ti- Camus volteó abruptamente hacia Milo, no sabía como reaccionar ante tal comentario, si bien había notado que Milo era hermoso, no estaba muy familiarizado con eso…
- pero… yo creí que tu y Mu-
- ¿Mu? No!!! Es uno de mis mejores amigos aquí!, el sale con Saga de Géminis-
- Saga de Géminis, vaya… ¿oye? Y… ¿Afrodita de Piscis?-
- ¿Dita? Mmmhhh… ¿te gusta Afrodita?-
- ni lo conozco-
- ahh el vive en el ultimo templo, después del tuyo, y pues no se mucho pero creo que sale con Deathmask de cáncer, un total psicópata-
- ah…-
- ¿qué ocurre? ¿Te asusté?-
- no es eso… ya tengo que irme a descansar… te veo mañana Milo, que descanses y gracias por la cena…- Camus salió rápidamente del templo de Escorpio creyendo que Douko no seguiría esperándolo en su templo… cuan equivocado estaba…

-hola precioso…- Douko tomo por la espalda al joven caballero y comenzó a besar su blanco cuello, Camus intentó poner resistencia esta vez…
- ¡déjeme! ¡Yo no soy juguete de nadie!
- a ver muchachito, ¿qué te dije sobre de quien recibes órdenes?
- ¡no me importa! ¡Déjeme en paz!- Douko, utilizando su montón de mañas logró someter a Camus para poder jugar de nuevo con el, de la misma forma que lo haría durante varias noches… una mañana Camus se sentía tan mal que decidió no levantarse para entrenar, estaba muy adolorido, aquella noche Douko sí que había sido violento con él, lo había lastimado, tenía marcas de mordidas en su cuello y espalda, había logrado que sangrara, por lo tanto permaneció en su cama recostado sollozando sin escuchar cuando Milo llegara a verle preocupado por su ausencia en el entrenamiento…
-¡¿CAMUS?!- Milo subía corriendo las escaleras rumbo a la habitación de Camus, al entrar vio a Camus recostado sobre su cama, inmediatamente corrió hacia el, al notar la presencia de Milo, Camus se abrazó a el lo más fuerte que podía…
- me lastimó… ha jugado conmigo… yo no quería… yo…- Milo acariciaba el cabello de Camus para tranquilizarlo
- tranquilo… estoy aquí… haré lo que sea para ayudarte, haré lo que sea para que sepas que te amo…
- Douko… me
- ¿Douko? Infeliz… tranquilo no volverá a molestarte… yo me encargaré de eso- Milo correspondió el abrazo del acuariano y le acompañó mientras dormía hasta que decidió regresar a su templo para recoger ropa para el día siguiente y después volver a Acuario para acompañar a Camus, al llegar a Acuario Milo escucho a Camus sollozar nuevamente y decidió subir rápidamente para ver qué sucedía… Douko se encontraba nuevamente allí molestándolo
-DEJALO EN PAZ DEGENERADO!
- ¿Milo? Vete a tu templo muchacho… Camus y yo nos divertimos mucho ¿verdad?
- nooo, ¡¡déjeme en paz!!
- ya escuchaste Douko, iré a avisar a Shion lo que estas haciendo
- vamos Milo si lo que quieres es diversión tan solo ven y diviértete!
- no! Déjelo en paz ahora!- Douko notó la determinación del joven escorpión y decidió dejar la fiesta en paz… no quería meterse en problemas con Shion por ese mocoso, sobre todo si podía jugar con el mismísimo patriarca del santuario para qué molestarse en cualquier otro caballero…
- de acuerdo… ya me voy Milito ya no te enojes… adiosito- Douko se retiro rápidamente del templo de Acuario para irse a libra sin ser notado… Milo corrió hacia Camus y le abrazó fuertemente besando suavemente su frente
- tranquilo Camus, ya estoy aquí, perdóname por dejarte solo
- gracias por ayudarme Milo, gracias- Camus posó su cabeza sobre el pecho de Milo para quedarse profundamente dormido a su lado, a la mañana siguiente Camus despertó viendo a su lado al escorpión, le había cuidado toda la noche hasta caer vencido por el cansancio, Milo comenzaba a despertar cuando Camus enternecido por el gesto del guardián del octavo templo, le beso dulcemente, Milo reaccionó correspondiendo el beso y abrazando al acuariano
- gracias por cuidarme Milo-
- lo que sea por ti, te amo Camus de Acuario- al escuchar estas palabras, Camus estaba seguro que Milo lo decía en verdad y se abrazó a el para no dejarlo irse de su lado…



“ Desde entonces, Douko no volvió a molestarle, y seguimos tan unidos como siempre, yo haría lo que fuera para hacerle sentir mi amor hacia el…”

“…There ain’t nothing that I wouldn't do

Go to the end of the earth for you

Make you happy make your dreams come true

To make you feel my love…”


F I N